DOCE DESEOS DE UN PROFESOR DE DERECHO CONSTITUCIONAL PARA EL NUEVO AÑO
Acabamos el año y hoy, 31 de diciembre, presentamos nuestra última apelación a un fallo de tutela. Los argumentos de la sentencia, las circunstancias vividas durante la pandemia, el resultado obtenido a través de varias acciones de tutela, las voces de cientos de personas con las que hemos dialogado y una importante intervención ante la Corte Constitucional, me motivan a desear lo siguiente para el nuevo año:
1. Deseo
que todos comprendamos que el virus ha acabado tanto con la vida biológica de muchas
personas como con la vida digna de otras tantas, y que no tiene más importancia
alguno de esos sentidos de la vida sobre el otro.
2. Deseo
que los responsables de los medios de comunicación puedan contar con un mínimo conocimiento
en derecho constitucional y, a la par de los médicos aconsejando medidas
sanitarias, puedan evaluar la constitucionalidad de esas medidas.
3. Deseo
que los médicos y epidemiólogos puedan comprender que su misión no es solo la
protección de la vida biológica sino la protección de la vida digna.
4. Deseo
que todos seamos realmente solidarios (art. 95 num 2) y respondamos con
acciones humanitarias ante situaciones de grave afectación tanto de la vida
física como de la vida digna.
5. Deseo
que los jueces comprendan que su función no es representar el interés general o
el bien común, menos refrendar las medidas del órgano ejecutivo, sino lograr en
casos concretos el difícil equilibrio entre ese interés general y los derechos
fundamentales.
6. Deseo
que los jueces realicen con mayor rigor el importante test de proporcionalidad (adecuación,
necesidad y proporcionalidad), en el control de las medidas adoptadas contra el
virus, a efectos de determinar en casos concretos el
nivel de afectación razonable de los derechos fundamentales.
7. Deseo
que los jueces no sigan eludiendo el deber de protección de los derechos
fundamentales al confundir dos situaciones: el hecho superado (se logró el restablecimiento
del derecho) con el daño consumado (no se pudo restablecer el derecho pero hay
que evitar violaciones futuras).
8. Deseo
que los principios que regulan las competencias entre distintos niveles
territoriales como el de coordinación, concurrencia y subsidiariedad (art. 288
C.P.) sean realmente respetados evitando la concentración de los poderes en la
administración central.
9. Deseo
que ante el debilitamiento del control al ejercicio del poder por parte de los
jueces, se reconozcan los principios jurídicos como normas prevalentes sobre
las restantes normas y la Excepción de Principialidad como su principal
mecanismo de defensa e importante herramienta para la contención del poder.
10. Deseo
que la objeción de conciencia “a la colombiana”, se constituya en un importante
mecanismo de protección de las personas frente a medidas o normas arbitrarias. Deseo
que todos los estudiantes de derecho y mis colegas, asumamos con real
convicción nuestra promesa de procurar por la protección del Estado social de
derecho y la búsqueda incesante de la justicia.
11. Deseo
que el pueblo étnico raizal de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, pueda
contar con el tan prometido Estatuto Raizal en el que se reconozca “El derecho
a la existencia y preservación de la vida del pueblo Raizal, asegurar una
calidad de vida digna, proteger la diversidad étnica e identidad cultural de
los Raizales, la conservación del patrimonio cultural raizal, así como garantizar
su soberanía alimentaria y la sostenibilidad ambiental de los recursos
naturales terrestres y marítimos, y su territorio ancestral”.
12. Deseo
que ésta época de grandes retos para la democracia, de lugar a un Constitucionalismo
social que permita el fortalecimiento de la cultura ciudadana, la generación de
espacios para la construcción de consensos, el control social al ejercicio
arbitrario del poder y la promoción de los derechos políticos fundamentales.
Finalmente, deseo contar con el
apoyo de cada uno de ustedes para la promoción y fortalecimiento del Centro
Colombiano de Estudios Constitucionales www.cecec.co, corporación sin ánimo de
lucro que se ha dedicado a la defensa de los derechos fundamentales y al
fortalecimiento de nuestra democracia. Unidos,
lograremos mucho, con muy poco.
¡Un feliz año!
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